
ALEA JACTA EST
Las películas y series de televisión de romanos nos han enseñado desde los inicios de la cinematografía que cuando un gladiador caía rendido en la arena del circo, el emperador indicaba con su mano la suerte del vencido. El pulgar hacia arriba significa que debe vivir, hacia abajo que debe morir. Pues bien, es un error que se lleva arrastrando desde que el pintor francés Jean-Léon Gérôme en 1872 pintó «pollice verso«.

En la pintura se puede ver como el pulgar señala hacia abajo y tanto directores de cine como novelistas desde entonces así han relatado el último momento de los gladiadores de esta manera, pero la realidad era muy diferente. Lo que el emperador indicaba con la mano era esto: El gesto que significaba muerte era con el pulgar hacia arriba, a modo de espada desenvainada, y el gesto que significa vida era con el pulgar oculto, el perdón se indica con el pulgar comprimido. El gladiador caído pedía clemencia extendiendo dos dedos como en el signo de la victoria que utilizamos actualmente.

