
¿Por qué se le llama Can Fanga a Barcelona?
Es una de las expresiones que utilizaban los foráneos para referirse a Barcelona.
Se hizo popular a raíz de una publicación de la revista LÉsquella de la Torratxa en 1903. Fue un año de muchas lluvias que convirtió una vez más la ciudad en un fangar debido a que las calles no estaban pavimentadas por el rápido crecimiento al derrumbar las murallas que la rodeaban.
Al iniciarse las obras de urbanización del Eixample, las amplias calles llenas de edificios en construcción se convertían en un pantanal impracticable para vehículos y transeúntes cada vez que llovía. Los habitantes de las ciudades vecinas se reían de los barceloneses por ir siempre con los zapatos llenos de barro.
Es costumbre desde siempre que las ciudades vecinas hagan mofa de los barceloneses, bien por envidia o por desconocimiento, les encanta reírse de la gente de la capital y ponerles nombres graciosos para sentirse más o menos en igualdad de condiciones cuando estos les llamaban pueblerinos.
“Pixapins” “MeaPinos” en castellano, es otra manera de llamarnos. Se dice que cuando se hacían salidas en coche a poblaciones lejanas, debido la mínima velocidad de los coches de la época y el mal estado de las carreteras, los viajeros tenían que hacer un alto en el camino para hacer sus necesidades.
Era normal ver un coche con matricula de Barcelona parado a un lado de la carretera y todos sus ocupantes meando en los pinos. Una singular imagen para la gente de pueblo que poco tardó en bautizarlos como “Pixapins”.
Otra curiosa forma de llamarnos es “Camacus” de “Què maco!” en Castellano “Que bonito”. Al ver las montañas o pueblos los de la ciudad siempre decían “Oooooh que maco”. Supongo que a los lugareños les hacia gracia como alucinaban con paisajes que ellos tenían tan vistos.
Os dejo con una foto de un artilugio muy utilizado en Barcelona en el siglo XIX y parte del XX. Se instalaban en las porterías de los edificios para que al entrar te pudieses quitar el barro de los zapatos. Ya están en desuso pero en alguna antigua finca todavía podemos ver alguno.

Personalmente diré que los he visto desde pequeño y representaban un gran misterio para mí, hasta que hace poco me enteré para que se utilizaba tan extraño instrumento.

