
El Castell de Cardona fue construido en el año 886 por Guifre el Pilós; de estilos Románico y Gótico, el rasgo más característico es la torre de la Minyona (del siglo XI), de 15 metros de altura y más de 10 metros de diámetro, y la iglesia románica de San Vicente de Cardona.
Durante el siglo xv, los Duques de Cardona fueron la familia más importante de la Corona de Aragón, solo por detrás de la Casa Real. Los miembros de esta casa ducal eran conocidos como «los reyes sin corona», pues disponían de extensos dominios territoriales en Cataluña, Aragón y Valencia, y vínculos dinásticos con las casas reales de Castilla, Portugal, Sicilia y Nápoles. El 18 de septiembre de 1714, después de un asedio que destruyó en buena parte las murallas del castillo, Cardona fue el último reducto en Cataluña en entregarse a las tropas borbónicas de Felipe V durante la Guerra de sucesión.
Su ciudadela no pudo ser tomada posteriormente por las tropas de Napoleón durante la batalla de San Quintín de 1810.


