DIRECTORIU INQUISITORUM

El Directorium Inquisitorum, también llamado Manual del inquisidor, es la obra más importante de Nicolau Eimeric escrita en 1376.
El Directorium Inquisitorum definía la brujería y describía los medios para descubrir a las brujas. Eimeric había escrito anteriormente un tratado sobre brujería, que desarrolló para convertirlo en el Directorium Inquisitorum.
Para escribirlo, empleó muchos textos de magia que había confiscado anteriormente de los acusados de brujos.
El Directorium Inquisitorum describe varias prácticas mágicas prohibidas, incluyendo el bautizo de imágenes, fumigar la cabeza de una persona muerta, echar sal al fuego, quemar cuerpos de animales, conjurar espíritus, invocar nombres ángeles como demonio y la practica de la quiromancia.
Eimeric considera en la obra a la brujería como una forma de herejía, una definición importante, ya que la Inquisición tenía el mandato de suprimir la herejía. La idea no era exclusiva de Eimeric, había estado desarrollándose desde finales del siglo XIII, cuando el papa Alejandro IV dio por primera vez autoridad a los inquisidores sobre los brujos.
En 1320 era habitual que los manuales de los inquisidores tratasen la brujería. Existen escritos de la época que contienen dos discusiones de ese tipo. La contribución de Eimeric fue dividir la brujería en tres categorías, con referencias a la Biblia y a los escritos de notables teólogos.
De acuerdo a Eimeric, la primera y más importante en forma de brujería herética era la que ofrecía la adoración a los demonios. Esta forma incluía actividades como la realización de sacrificios, oraciones y la ofrenda de velas o incienso a los demonios.
La segunda categoría estaba formada por los herejes que veneraban a demonios en contraposición a la adoración a los santos por parte de los cristianos. En esta partes se refiere a los musulmanes como practicantes de herejía al venerar a Mahoma.
A la tercera categoría pertenecían aquellos que buscaban la ayuda de un demonio a través de las artes adivinatorias.
Eimeric afirmaba que todo pacto con un demonio es una herejía y fue uno de los primeros en condenar cualquier tipo de conjura de un demonio como herejía.
Además de describir las prácticas comunes de la magia, Eimeric describe las formas de extraer una confesión, incluyendo formas de manipulación psicológica y de la tortura.
La primera edición impresa fue realizada en Barcelona en 1503. También se hizo una en Roma en 1578. El Directorium Inquisitorum fue uno de los precursores del famoso Malleus Maleficarum (Martillo de las Brujas), utilizado en el Renacimiento para la persecución y ajusticiamiento de las brujas.

NICOLAU EIMERIC

Nicolau Eimeric nació en Girona en 1320 y murió en la misma ciudad en el año de 1399.
También es conocido como Nicholas Eymerich en italiano y Nicolás Aymerich en castellano, debido a la maldita costumbre de traducir los nombres de las personas, cosa que en castellano no debe hacerse ya que solo se permite hacerlo a Reyes, Papas y Santos, en italiano desconozco si también existe dicha regla.
En este articulo le llamaré Nicolau Eimeric, ya que ese era su nombre real al ser catalán.
Eimeric fue teólogo católico e inquisidor general de la Corona de Aragón en el siglo XIV.
A parte de ser conocido por ser el Inquisidor General de la Corona de Aragón también lo es por ser el autor del Directorium inquisitorum.
Entró en el monasterio dominico de Girona el 4 de agosto de 1334. Durante el noviciado, fue instruido en teología. Para completar sus estudios, se trasladó a Toulouse y más tarde a París, donde obtuvo el doctorado en 1352. Luego volvió a Girona, donde ejerció de profesor de teología.
En 1357, Nicolau Rosell, fue nombrado cardenal, por lo que Eimeric toma el cargo que dejó vacante Rosell como inquisidor general de la Corona de Aragón.
Un año después de obtener el puesto, Eimeric obtiene el título honorífico de capellán de Su Santidad como reconocimiento por su persecución de blasfemos y herejes.
Sin embargo, el celo mostrado como inquisidor general le granjeó muchos enemigos, incluyendo el rey Pere IV, por perseguir a los Lulistas, seguidores de Ramón Llull.
El rey intentó que se retirara a Eimeric del cargo en 1360, cuando la Inquisición interrogó al espiritualista franciscano Nicolau de Calabria.
Otro ejemplo de Eimeric como inquisidor es su sentencia al hebreo Astruc Dapiera en 1370. El hebreo barcelonés Dapiera y fue acusado de brujería. Fue sentenciado a arrepentimiento público en la catedral y luego a prisión perpetua, aunque era sabido que los condenados por los tribunales inquisitoriales a cadena perpetua la mayoría de las veces eran indultados a los pocos años, pudiendo así llevar una vida normal fuera de las mazmorras.
Eimeric también ordenó atravesar la lengua de los herejes con un clavo para que no blasfemasen más. Fue el primer inquisidor en saltarse la prohibición eclesiástica de torturar a un individuo dos veces por diferentes delitos.
Aunque Eimeric escribió «Questiones sunt fallaces et inefficaces», «Los interrogatorios son engañosos e inconcluyentes» en una de sus sentencias.
Algunos podrán pensar, ya que nunca han tenido claro lo que realmente era la Corona de Aragón, confundiéndola con el Reino de Aragón, y que Nicolau Eimeric era Inquisidor del Reino de Aragón, pero no es así, era de la Corona de Aragón, un conglomerado de territorios o reinos, principados, ducados y condados, mayormente conquistados por la Gran Companya Catalana de Almogavers, que abarcaba buena parte del mediterráneo.
Abajo los territorios según épocas.

En 1362, Pere IV intentó sacarse de encima a Eimeric como Inquisidor General para que lo nombrasen Vicario General de la Orden de de Predicadores.
El papa Urbano V invalidó la elección para el cargo de Eimeric sobre la base de que el puesto de Vicario General estaba en conflicto con el puesto de inquisidor general.
La enemistad de Pedro IV hacia Eimeric se intensificó en 1366, cuando el Inquisidor General comenzó a atacar póstumamente las obras de Ramón Llull y a acosar a sus seguidores, conocidos como lulistas. El rey prohibió a Eimeric predicar en la ciudad de Barcelona. Eimeric desobedeció de forma escondida y seguidamente apoyó la revuelta de la diócesis de Tarragona contra el monarca. El conflicto terminó cuando en 1376 el gobernador de Tarragona tomó a doscientos caballeros y rodeó el monasterio dominico en el que residía el Inquisidor General. Eimeric huyó a Avinyó, a la corte papal de Gregorio XI.
Durante su estancia en Avinyó, Eimeric terminó de escribir su más famosa obra, el Directorium Inquisitorum, se puede decir que formó las bases y sirvió de guía de futuros crueles inquisidores como el famoso Tomás de Torquemada.
En 1377 acompañó a Gregorio XI a Roma, donde permaneció hasta la muerte del papa en 1378. En el cisma que surgió tras la muerte del Papa, Eimeric estuvo del lado del Papa Clemente VII y volvió a Avinyó. Allí tuvo enemistad con los que simpatizaban con el papa Urbano VI, opositor de Clemente VII.
Eimeric volvió a Barcelona en 1381 y descubrió que, en su ausencia, Bernardo Ermengaudi había asumido las funciones de Inquisidor General de la Corona de Aragón. Se negó a reconocer a Ermengaudi y en 1383, actuando como Inquisidor General, notificó a los habitantes de Barcelona que había prohibido las obras escritas de Ramon Llull. Furioso, Pere IV ordenó que Eimeric fuese ejecutado, pero la intercesión de la reina, Leonor de Sicilia, consiguió que se cambiara la sentencia a exilio permanente. De nuevo, Eimeric ignoró la sentencia y permaneció en Barcelona gracias al apoyo del hijo del hijo del rey, Joan I. Pere IV murió en 1387 y fue sucedido por su hijo, que reconoció la autoridad de Eimeric como Inquisidor General. Al principio, Juan I favoreció la represión de los lulistas, pero solo hasta 1388, cuando Eimeric decidió investigar a toda la ciudad de Valencia por herejía. Juan I intervino para liberar al secretario de la ciudad, que había sido encarcelado. El rey pidió a la Iglesia que controlase las malas acciones de Eimeric y que las obras de Llull fuesen examinadas de nuevo.
Después de la violencia en Valencia, Eimeric buscó refugio de las represalias de Joan I en una iglesia, pero dos años más tarde, se retiró a Avinyó, donde permaneció hasta la muerte de Juan I.
En Avinyó, Eimeric se dedicó a la defensa de la legitimidad de Clemente VII como papa. Permaneció en la ciudad hasta la muerte de Clemente en 1394, apoyando por escrito al sucesor, Benedicto XIII.
Tras la muerte de Joan I en 1396, Eimeric volvió al monasterio dominico de Girona, donde permaneció hasta el día de su muerte el 4 de enero de 1399.
El epitafio de su tumba lo describe como; praedicator veridicus, inquisitor intrepidus, doctus egregius (Predicador veraz, investigador intrépido y erudito excelente)

EIMERIC EN LA ACTUALIDAD

El escritor italiano Valerio Evangelisti, hace del inquisidor Eimeric el protagonista de una serie de novelas de gran éxito en Italia y Francia.
En las novelas aparecen personajes de lo más variopintos como pueden ser neonazis, cátaros, y demás personajes extraños, así como experimentos genéticos y tráfico de órganos con el famoso inquisidor catalán del siglo XIV como centro de la trama.
Estos ingredientes son los que conforman «Las Cadenas de Eimeric».
Supongo que el escritor se inspiró en Eimeric al ser italiano y ver que Eimeric por aquél entonces era el Inquisidor General de la Corona de Aragón, de la que formaba parte un basto territorio de la actual Italia.
Por lo que he podido leer, veo que el escritor también confunde Corona de Aragón con Reino de Aragón, un grabe error que no puede permitirse ningún escritor, para ser justo con la historia hay que documentarse bien. A pesar de ello, la serie de novelas sobre Eimeric es la mar de distraídas e interesantes.