
La historia del toro Civilón
ESTA ES LA HISTORIA DE CIVILÓN, EL TORO AMIGO DE LOS NIÑOS QUE VIVÍA TRANQUILO EN EL CAMPO, LE GUSTABA OLER LAS FLORES Y SE DEJABA ACARICIAR

Se cuenta que el toro Civilón inspiró al escritor Munro Leaf, para escribir el cuento; Ferdinando el toro, dicen que lo escribió en menos de una hora.
El cuento nos introduce en la historia de un Toro bien peculiar que disfrutaba del campo y no le interesaba la vida, o en este caso, la muerte en una plaza de toros. Una historia con un final feliz que es un mensaje de pacifismo y libertad en una época previa a la guerra civil española y a la segunda guerra mundial.

Por su contenido pacifista y libertario, el libro fue prohibido en España y quemado en la Alemania de Hitler.
Mahatma Gandhi, declaró que era su libro favorito. Desde su primera edición se ha traducido a más de sesenta idiomas.
La historia se adaptó para un corto de dibujos animados de Walt Disney (Ferdinand the Bull) que ganó el Oscar al mejor cortometraje de animación en 1938.
En la noche buena en Suecia, la televisión emite el corto de Walt Disney, y miles de niños suecos se sientan delante del televisor para ver a su amigo Ferdinand.
El toro Ferdinando es toda una tradición navideña para los más pequeños de la casa.
A veces la realidad y la ficción van muy unidas y más en este caso en que coinciden en el espacio-tiempo.
Se dice que la historia de Munro Leaf está inspirada en el toro Civilón, que fue indultado en la plaza de toros monumental de Barcelona en 1936, dos días antes de que estallase la guerra civil.
La historia de Civilón, tuvo una amplia cobertura mediática en toda Europa. La revista italiana Estampa le dedicó varias portadas en 1936, manteniendo la historia en sus páginas durante meses.
La historia de Civilón es tan popular en Suecia que la televisión le ha dedicado un documental para contar la verdadera historia del toro. El documental cuenta la historia de Civilón, desde su nacimiento en Salamanca hasta la legendaria corrida en la plaza de toros Monumental de Barcelona en la que fue indultado ante los aplausos de 24.000 personas, el 16 de julio de 1936.
En España, los Estudios Chamartín de dibujos animados también aportaron lo suyo para hacer más popular a Civilón. Realizaron una serie de cortometrajes entre 1942 y 1944 en los que Civilón era el protagonista.


Civilón y su amiga Carmelita
El propietario del animal apalabró a Civilón para una corrida en Barcelona y fue llevado hasta la plaza. Muchas personas de Barcelona conocieron la historia del dócil toro a través de la prensa. Se organizaron movimientos de rechazo en toda la ciudad a la muerte del toro. Cuando Civilón entro en el ruedo se dejó torear, hasta que llegó el turno de los banderilleros, fue entonces cuando se alejó de ellos y se retiró a un rincón de la plaza. El público al completo agitó sus pañuelos pidiendo el indulto de Civilón. Cuando entró el picador era tal el bullicio y el rechazo a la corrida, que el presidente de la plaza lo indultó gracias a las peticiones del público.

Publico de la Monumental de Barcelona pidiendo el indulto de Civilón

Niña besando a Civilón después de ser indultado
Existen diferentes versiones sobre el final de Civilón. Unos dicen que fue sacrificado por las tropas nacionales durante la Guerra Civil, otros dicen que se lo comieron los republicanos. Algunos creen que lo llevaron a Valencia para otra corrida donde se le dio muerte, y los más optimistas dicen que volvió a casa sano y salvo, viviendo una vida tranquila hasta el final de sus días, rodeado de niños que lo acariciaban y oliendo las flores del campo.

El toro Ferdinando de Walt Disney



