Sam ve cada día a lo lejos una enorme aleta de tiburón que emerge del mar, una aleta más grande que cualquier edificio de la ciudad más cercana. Sam cree vivir a la sombra de una mariposa amarilla gigante que sobrevuela su isla y mantiene alejado al tiburón de descomunales dimensiones. A dos pasos de su casa está la fábrica del sol, una factoría que fabrica bolas de fuego para cada día soltarlas a la atmósfera y así alimentar al sol que nos calienta. Muy cerca tiene un faro que no ilumina nada ni guía a ningún barco a buen puerto, su función es la de dar la hora. También hay un puente que no lleva a ningún lugar, y una torre de aguas que no está hecha de aguas sino de ladrillos. Sam podría vivir en cualquier ciudad del mundo, en una recóndita playa de los mares del sur o bajo un volcán hawaiano, pero él prefiere vivir aquí, aunque a veces vuele con su imaginación a ciudades que siempre quiso visitar, pero solo por lo exótico de sus nombres, ciudades como Constantinopla, Alejandría, Samarcanda, Petra o Palmira.
Si eres de Nueva York, Ullán Bator, Shanghai o cualquier sitio alejado del Mare Nostrum, quizás no te suene de nada este lugar donde las mariposas amarillas enormes vuelan y espantan a tiburones gigantes. Si has viajado por Europa y has visitado alguna de sus grandes ciudades puede ser que hayas estado en la isla de Sam. Solo tienes que pensar un poco y siempre como si fueses un niño para poder adivinar de que te estoy hablando.

Texto extraído de la novela “Las Pesadillas de Sam”, un proyecto audiovisual donde se ven representadas mis tres grandes pasiones, como son la literatura, la música y la fotografía. El libro está ilustrado con fotografías y va acompañado de una banda sonora original.
La novela está ambientada en la Barceloneta donde Sam, el protagonista nació e intenta vivir de la manera más pacífica y tranquila posible, una complicada empresa de llevar a cabo en tan popular y lleno de vida barrio marinero. Ya son unos cuantos los libros ambientados en la Barceloneta, algo lógico teniendo en cuenta el magnífico ambiente, su riquísima historia y ese maravilloso mar que baña sus playas.

